
En un consejo de ministros televisado el 3 de marzo, el presidente Gustavo Petro anunció un pacto social para el Catatumbo, una región afectada por la violencia debido a la presencia de disidencias de las Farc y el ELN.
Según el mandatario, este pacto representa un «acuerdo de paz posible» y busca incluir a quienes desean dejar las armas.
Como parte del plan para la recuperación de la región, Petro presentó un proyecto para erradicar 25.000 hectáreas de cultivos de coca, casi la mitad de los sembradíos ilícitos en la zona. Destacó que esta erradicación no se realizará mediante fumigación, sino a través de pagos a los campesinos por la eliminación voluntaria de los cultivos.
A diferencia de estrategias anteriores, el objetivo es arrancar las plantas de raíz para evitar su regeneración, compensando a los agricultores por tonelada erradicada.
El presidente enfatizó que la violencia en el Catatumbo está ligada a la presencia de cultivos ilícitos y que este plan busca transformar la región mediante el diálogo y el desarrollo, en lugar de la confrontación con las comunidades campesinas.



