
Una madrugada marcada por la tragedia sacudió al barrio María Cano, en el sector Carambolas de la comuna 3-Manrique. A las 3:10 a. m. de este viernes, un poderoso deslizamiento de tierra arrasó con todo a su paso y dejó una escena desgarradora: una madre y su bebé de apenas ocho meses perdieron la vida bajo los escombros de su vivienda.
Al recibir la alerta a la línea 123, el Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín se desplazó rápidamente al lugar, donde se encontraron con el colapso total de dos viviendas. Lo que encontraron fue devastador: una familia destruida por la fuerza implacable de la naturaleza.
Cuatro personas más resultaron heridas en medio del caos. Tres de ellas fueron trasladadas de urgencia a centros asistenciales, mientras otra recibió atención en el sitio. La escena fue de terror, con vecinos tratando de ayudar entre gritos, llanto y desesperación.
Como si fuera poco, otras siete viviendas fueron evacuadas por recomendación del DAGRD, ante el riesgo inminente de nuevos derrumbes. La comunidad vive con miedo, mientras la montaña amenaza con seguir cediendo.
La Secretaría de Movilidad ordenó el cierre total de la calle 100B con carrera 34, bloqueando el paso para permitir los trabajos de rescate y evaluación técnica. Ingenieros y expertos continúan inspeccionando el terreno, intentando evitar otra tragedia.
La Alcaldía de Medellín manifestó su dolor por lo ocurrido y brinda acompañamiento psicosocial a los familiares de las víctimas. Sin embargo, en la zona reina la indignación y el temor: vecinos denuncian que desde hace meses se advertía del riesgo en la ladera, sin que se tomaran acciones contundentes.
Una tragedia que pudo evitarse, pero que terminó en muerte y dolor. Carambolas llora a sus muertos, mientras Medellín se pregunta: ¿hasta cuándo?
