En una ciudad marcada por décadas de conflicto armado, el proyecto Puntadas de Paz se consolida como una apuesta transformadora que articula la paz positiva, los derechos humanos y el enfoque de género como pilares para la reconciliación y la justicia social. La iniciativa es liderada por la Corporación Surgir, con el apoyo de FAD Juventud y la Generalitat Valenciana, y se ha posicionado como una experiencia significativa en la construcción de paz urbana y comunitaria.
Inspirado en los planteamientos de Johan Galtung y John Paul Lederach, Puntadas de Paz entiende la paz positiva como algo más que la ausencia de violencia directa: implica la presencia activa de condiciones que promuevan el bienestar colectivo, la equidad y el respeto por la dignidad humana. En este marco, el enfoque de género adquiere un papel central al reconocer las desigualdades históricas que enfrentan las mujeres y personas de género diverso, promoviendo su participación activa en los procesos de transformación social.
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Medellín ha avanzado en políticas públicas de equidad, pero aún enfrenta retos estructurales que requieren acciones sostenidas desde lo institucional y lo comunitario. En este contexto, Puntadas de Paz ha articulado procesos con víctimas, excombatientes, organizaciones sociales y colectivos artísticos para fortalecer el tejido social y promover una cultura de paz.
Entre las experiencias más destacadas está el trabajo con el Museo Escolar de la Memoria, donde el arte se convierte en vehículo de expresión, sanación y denuncia. A través de exposiciones, narrativas visuales y recorridos de memoria, las víctimas del conflicto han encontrado espacios para contar sus historias y exigir garantías de no repetición. Estas acciones no solo dignifican a quienes han sufrido la violencia, sino que también sensibilizan a la sociedad sobre la importancia de reconocer el pasado para construir un futuro más justo.
El director del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, Max Yuri Gil, ha sido una voz clave en el proyecto. En una reflexión audiovisual, destacó que “la paz positiva implica construir estructuras que promuevan el bienestar colectivo, y eso solo es posible si se reconocen los derechos humanos y se incorpora el enfoque de género como principio ético y político”.
Puntadas de Paz demuestra que la paz se construye desde abajo, con las voces de quienes han resistido, con el arte que transforma y con la memoria que dignifica. Medellín sigue bordando su futuro, puntada a puntada.
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