La ofensiva contra la delincuencia no da tregua en Medellín. Un gigantesco operativo de la Alcaldía y la Policía Nacional dejó al descubierto el accionar criminal en los barrios Laureles-Estadio y La América, donde los uniformados desplegaron un control total que puso a temblar a los bandidos.
Más de 400 registros a personas y 383 verificaciones a motos terminaron con 16 comparendos de seguridad, 41 sanciones de tránsito, la incautación de 32 armas blancas, la inmovilización de 31 motocicletas y hasta la suspensión de un establecimiento público.
Pero lo más explosivo ocurrió cuando la Policía capturó a dos hombres de 22 y 24 años armados hasta los dientes en la calle 42 con carrera 65. Les incautaron un arma de fuego y la moto en la que se desplazaban, cortando en seco su peligrosa aventura delictiva.
La sorpresa mayor se vivió en un bus de servicio público, ruta San Javier-Centro, donde una mujer de 54 años y un hombre de 47 fueron pillados en flagrancia tras atracar a los pasajeros. Gracias a la rápida denuncia ciudadana, las autoridades interceptaron el vehículo, recuperaron cuatro celulares robados y dejaron a los presuntos criminales a disposición de la justicia.
Con estas acciones, la Alcaldía y la Policía enviaron un mensaje claro: Medellín no será terreno de ladrones ni de violentos.
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