
Lo que para muchos conductores parece una “costumbre inofensiva”, en realidad es una de las infracciones más costosas del Código Nacional de Tránsito (Ley 769 de 2002).
En calles, avenidas y carreteras del país, se ha vuelto paisaje ver a personas que arrojan botellas, empaques y residuos desde las ventanas de carros y motos. Pero esta falta de cultura ciudadana tiene un alto precio: la infracción D16 establece una sanción de $1’207.800 por arrojar basura al espacio público desde cualquier vehículo, ya esté en movimiento o estacionado.
Las autoridades de tránsito advierten que esta práctica no solo degrada el entorno, sino que además pone en riesgo la salud pública. Por eso, los agentes están atentos a sancionar a quienes insistan en convertir las vías en basureros.

El llamado es claro: botar basura desde un vehículo puede costarle más de un millón de pesos.

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