La justicia les cerró el paso a los presuntos “cazadores de sueños” que convertían ilusiones en pesadillas. Juan David Ceballos Madrid y Paola Andrea Acevedo García fueron hallados culpables de encabezar una trama de trata de personas que arrancaba en los barrios más vulnerables de Medellín y terminaba en prostíbulos clandestinos de Grecia.


Según la investigación de la Fiscalía, la pareja pescaba a sus víctimas —jóvenes entre 18 y 25 años— con promesas de empleos de lujo en el extranjero. Al aterrizar en suelo griego, las mujeres eran despojadas de pasaportes y teléfonos, sometidas a deudas ficticias y obligadas a ejercer servicios sexuales para saldar “gastos de viaje”.
Las autoridades lograron documentar al menos nueve víctimas —hechos ocurridos entre 2023 y 2024—, aunque se teme que la cifra real sea mayor.
Tras un preacuerdo con el ente acusador, un juez de Medellín dictó sentencia: 6 años y 7 meses de prisión para ambos responsables. Ceballos recibió un castigo adicional por tráfico de estupefacientes y porte ilegal de armas. El contundente veredicto fue posible gracias a un operativo conjunto de la Alcaldía de Medellín, la Policía Nacional, la Fiscalía y organismos de cooperación internacional.
Con este fallo, las autoridades envían un mensaje claro: las redes que comercian con la dignidad de los más vulnerables no quedarán impunes, y sus tentáculos—por muy internacionales que sean—terminarán cortados por la justicia.

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