– La ciudad continúa fortaleciendo sus esfuerzos por mejorar el orden, la convivencia y la calidad del entorno urbano. Hasta la fecha, se han desmontado 7.050 estructuras irregulares y recolectado aproximadamente 759 toneladas de residuos en zonas como La Candelaria, Guayabal y Belén, donde se ha priorizado la intervención de espacios públicos afectados por ocupaciones inadecuadas.
Las labores se han concentrado en quebradas, senderos peatonales, parques, canchas y otros lugares que anteriormente eran intransitables o de difícil acceso. Entre los elementos retirados se encuentran colchones, muebles, neveras, lonas y otros objetos que impedían el disfrute colectivo del espacio urbano.
La estrategia de recuperación cuenta con la participación de 30 promotores de espacio público, cuatro móviles operativos y dos carros compactadores que trabajan diariamente para mantener estas zonas despejadas y en óptimas condiciones.
Parques como Cristo Rey, La Paloma, Abejorral, Lleras, Berrío y La Presidenta hoy lucen más seguros, limpios y accesibles para el disfrute de la comunidad.
“Nuestra apuesta es clara: devolverle el espacio público a la ciudadanía y dignificar cada rincón. Estos resultados muestran el impacto real de un trabajo técnico, constante y comprometido con el orden y el bienestar colectivo. No solo retiramos estructuras, transformamos entornos y recuperamos la confianza en el uso compartido del territorio”, aseguró David Ramírez, subsecretario de Espacio Público.
Otras comunas como Castilla, Doce de Octubre, Laureles/Estadio y El Poblado también han sido intervenidas como parte de un plan sostenido para la recuperación urbana, que busca hacer del espacio público un lugar de encuentro para todos los habitantes.
“Cada parque recuperado, cada calle despejada, representa una oportunidad para que los niños jueguen, las familias se reúnan y los adultos mayores transiten con tranquilidad. Seguiremos trabajando para que Medellín sea una ciudad más ordenada, incluyente y viva, donde el espacio público vuelva a ser un lugar de encuentro y no de exclusión”, agregó Ramírez.
Estas acciones reflejan una visión colectiva que promueve la inclusión, la convivencia y el cuidado compartido del territorio, reafirmando el valor del espacio público como bien común al servicio de la comunidad.
UN MINUTO EN LA HORQUETA 
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