En una operación conjunta entre la Alcaldía de Medellín, la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y la Fiscalía General de la Nación, fue desmantelada una estructura de almacenamiento de estupefacientes en una zona boscosa de difícil acceso, ubicada en los alrededores de la quebrada Doña María, en límites entre el municipio de Itagüí y el corregimiento San Antonio de Prado.
Gracias a labores de inteligencia e investigación, las autoridades ubicaron varias caletas donde se escondían más de 18 kilos de droga. Durante los allanamientos, se incautaron 7 kilos de bazuco, 6.5 kilos de base de coca y 5 kilos de clorhidrato de cocaína, con un valor estimado en el mercado negro cercano a los 200 millones de dólares. Esta cantidad equivaldría a más de 37,000 dosis destinadas al microtráfico.
Según las autoridades, la droga pertenecía al grupo delincuencial común organizado El Limonar Uno, con influencia en el barrio San Francisco de Itagüí y algunos sectores de San Antonio de Prado. Las caletas estaban destinadas a surtir puntos de distribución ubicados en parques y zonas escolares, representando un alto riesgo para la población infantil y juvenil.

La operación representa un duro golpe a las finanzas del grupo criminal, debilitando su capacidad operativa y su presencia en territorios vulnerables del Valle de Aburrá


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